Projectes deslocalitzats 2007

Exposiciones
Miquel García, Joan Saló. Proceso de tutoría: Jorge Luís Marzo.
29.11 / 2007 — 10.02 / 2008 / 16h 32
Sala d'Art Jove

El contexto hace la obra; sin embargo, la obra hace el contexto? Esta ha sido una de las preguntas vertebradoras de los trabajos de Joan Saló y Miquel García en el marco de los proyectos deslocalizados de esta última etapa de la Sala d’Art Jove. Joan Saló se ha sumergido en el proceso de creación del programa de esculturas que tuvo lugar a mediados de los años 70 en la autopista AP-7. Miquel García, por su parte, ha desarrollado un proyecto de imaginería pública en colaboración con una asociación de sordos.
 
Los dos artistas comparten una voluntad de negociación con entornos a través de los cuales algunos de sus intereses puedan manifestarse: en el caso de Saló, releer la constitución del monumento moderno a la luz del proceso de corporativización cultural, preguntándose, de paso, cómo el proceso de investigación mismo puede generar contexto; en el de García, convertirse en canal expresivo de realidades sociales y visibilizarlas como formas de comunicación pública. En ambos casos, el proceso y la obra se aprecian como un todo: una visita colectiva guiada de Saló en la AP7 y la elaboración de los objetos "publicitarios" de García conjuntamente con los miembros de la asociación. Finalmente, los artistas se hacen la misma pregunta: ¿tiene sentido exponer “algún” resultado? ¿Tiene sentido presentar un objeto o instalación que pretenda mostrar este proceso sin falsearlo de alguna manera? O sea, si la obra es –no consecuencia sino- reflejo de su pleno empalme con contextos dados y claramente marcados, puede ahora un ejercicio de exposición volver a generar contexto ? Es más, es necesario?
 
La modernidad formalista ha defensado que la obra de arte –per se- es plenamente capaz de convertir el espacio (físico, social y cultural) que rodea un territorio donde expansionarse. Ciertmente, las obras de arte (algunas, por lo menos) pueden generar onas expansivas, pueden colonizar ámbitos, crear entornos y contextos, hacer realidades a partir de las que la reflexión y la vida social puedan emprender nuevos viajes. Ahora bien, este formalismo ha dado a entender –demasiado a menudo- que la obra está obligada a constituirse como el necesario resultado de procesos previos, como el mismo artista, su círculo social, el ámbito cultural donde se incriben, etcétera: que el artista está obligado a definir un resultado visible final si quiere que su obra pueda asumir las ganancias de nuevos contextos. En realidad, la idea misma de sacar adelante proyectos “deslocalizados” por parte del equipo de gestión de la Sala d’Art Jove está inspirada en esta lectura crítica de la producción creativa.
 
¿Qué vermos, pues, -o queremos ver- en la sala de exposiciones el día de la “presentación”? ¿Veremos el resultado del proceso? ¿Una ilustración del proceso de investigación de las esculturas en la autopista y del concurso que las hizo posible? ¿De la visita guiada y única? ¿De las conversaciones con personas sordas y de la metodología perseguida por el artista? ¿Del contexto donde se desarrollaron los proyectos? ¿O tendremos que creer que lo exhibido son piezas que los “representan”, asumiendo que, a partir de su presencia, inician nuevos procesos y contextos? En fin, los artistas nos lo dirán.
 
Jorge Luís Marzo
 
 
 

Miquel García, Escolta'm
 
Escolta’m es un proyecto que desarrolla Miquel García conjuntamente con ACAPPS (Associació Catalana per la Promoció de Persones Sordes), sobre la sensibilidad auditiva en una sociedad oyente. Escolta’m es una propuesta auditiva racional y participativa que utiliza el arte como estrategia comunicativa, con el objetivo de trasladar a las personas oyentes sensaciones similares a las de las personas sordas.
 
Joan Saló, Escultura en moviment
 
En 1974 la Fundación General Mediterránea, con motiva de la inauguración de la AP7, convocó el “Concurso Internacional de Escultura” para equipar con esculturas el tramo de autopista que va desde Girona a Tarragona. A pesar de la clara pretensión de crear un precedente, la propuesta no llegó a trascender las polémicas iniciales y, poco a poco, el grupo de esculturas se fue diluyendo en el paso de cada turista, en el pícnic de cada “dominguero” y en los descansos de cada camionero. Este patrimonio se ha integrado hasta tal punto con el medio , que casi ha desaparecido en él.
 
Escultura en moviment es un proyecto que intenta definir este magma ideológico bajo el que se realiza el concurso, reconstruir las circunstancias que propician la creación de un patrimonio de estas características y definir las posibiles lecturas que puede tener en la actualidad. Busca dotar nuevamente de contenido las esculturas: situarlas en un espacio y en un tiempo, aunque solo sea de forma eventual y efímera. Y lo hace a través de una visita guiada en autobús, no solo como una aproximación directa a las esculturas, sino como un acercamiento coherente con el medio, sin necesidad de alterarlo, intentando jugar con su superficialidad: ¡una excursión “dominguera” en toda regla!