Elsa Casanova

LA BANALIDAD DE HABLAR DEL TIEMPO

Este proyecto de investigación sobre la representación del tiempo tiene por objetivo revisar la influencia de las representaciones meteorológicas en nuestra relación con la crisis climática. La banalidad que envuelve el imaginario sobre las conversaciones del tiempo se utiliza como vehículo para problematizar las actitudes de tedio y nihilismo climático. Toda crisis está influida por las narrativas que se generan en torno a esta. La activista Adrienne Maree Brown (Maree Brown + Solnit, 2022) explica que en la acción climática hay un elemento de ficción, de storytelling, ya que estamos dando forma a un futuro que anhelamos, pero que aún no hemos experimentado. Por tanto, representar el tiempo también es hacer el tiempo, como una profecía autocumplida. Aquello que representamos no precede a su representación, sino que es esta misma representación la que produce lo que representa. La conceptualización se realiza para un formato audiovisual, en que las cámaras en streaming y el uso del verde croma son herramientas clave con las que se experimenta. Estos instrumentos generan una dicotomía entre representación y realidad, de manera que ponen de relieve las fricciones entre imagen y construcción y cómo se influyen mutuamente.

El proyecto ha recibido el acompañamiento de Maria Alcaide.

Elsa Casanova

LA BANALIDAD DE HABLAR DEL TIEMPO

Este proyecto de investigación sobre la representación del tiempo tiene por objetivo revisar la influencia de las representaciones meteorológicas en nuestra relación con la crisis climática. La banalidad que envuelve el imaginario sobre las conversaciones del tiempo se utiliza como vehículo para problematizar las actitudes de tedio y nihilismo climático. Toda crisis está influida por las narrativas que se generan en torno a esta. La activista Adrienne Maree Brown (Maree Brown + Solnit, 2022) explica que en la acción climática hay un elemento de ficción, de storytelling, ya que estamos dando forma a un futuro que anhelamos, pero que aún no hemos experimentado. Por tanto, representar el tiempo también es hacer el tiempo, como una profecía autocumplida. Aquello que representamos no precede a su representación, sino que es esta misma representación la que produce lo que representa. La conceptualización se realiza para un formato audiovisual, en que las cámaras en streaming y el uso del verde croma son herramientas clave con las que se experimenta. Estos instrumentos generan una dicotomía entre representación y realidad, de manera que ponen de relieve las fricciones entre imagen y construcción y cómo se influyen mutuamente.

El proyecto ha recibido el acompañamiento de Maria Alcaide.