CAN FANGA
Barcelona, como todas las ciudades, es un lugar en constante cambio y desarrollo: solares, excavaciones, demoliciones, construcciones… Durante estos procesos, la tierra queda al descubierto del asfalto y deja ver los estratos terrestres que hay bajo la ciudad.
Cuando veo estos espacios en transformación y la tierra descubierta, me pregunto: ¿estas tierras son un potencial para crear una artesanía que nos hable de nuestra contemporaneidad? ¿Son los sedimentos que narran las acciones y los cambios producidos en este espacio? ¿Cómo puede transformarse, esta materialidad, en información que nos hable sobre su geología? ¿Cuántas tierras han quedado contaminadas? ¿Queda vida en ellas?
Vivimos en un momento de conflicto con la tierra. Lo que un día fue un bien común, ahora conlleva una lucha de poder. La tierra hoy es percibida como una mera comodidad y ganancia; por eso debemos replantear nuestra relación con ella y encontrar nuevos paradigmas que muestren su valor y vuelvan a proponer la posibilidad de ofrecer relaciones igualitarias y no abusivas con nuestro entorno.
El objetivo del proyecto es aprovechar las tierras de los solares de la ciudad, en desuso, tóxicas o erosionadas, para crear las bases de una práctica artesana conectada con el territorio. También pretende readaptar una técnica ancestral para convertirla en una práctica contemporánea y de reflexión. ¿Qué historias puede explicar la cerámica extraída de estos espacios sobre nuestra sociedad contemporánea? ¿Y sobre el pasado?
El proyecto ha recibido el acompañamiento de Paula García-Masedo.
ENLACE:
instagram
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Barcelona, como todas las ciudades, es un lugar en constante cambio y desarrollo: solares, excavaciones, demoliciones, construcciones… Durante estos procesos, la tierra queda al descubierto del asfalto y deja ver los estratos terrestres que hay bajo la ciudad.
Cuando veo estos espacios en transformación y la tierra descubierta, me pregunto: ¿estas tierras son un potencial para crear una artesanía que nos hable de nuestra contemporaneidad? ¿Son los sedimentos que narran las acciones y los cambios producidos en este espacio? ¿Cómo puede transformarse, esta materialidad, en información que nos hable sobre su geología? ¿Cuántas tierras han quedado contaminadas? ¿Queda vida en ellas?
Vivimos en un momento de conflicto con la tierra. Lo que un día fue un bien común, ahora conlleva una lucha de poder. La tierra hoy es percibida como una mera comodidad y ganancia; por eso debemos replantear nuestra relación con ella y encontrar nuevos paradigmas que muestren su valor y vuelvan a proponer la posibilidad de ofrecer relaciones igualitarias y no abusivas con nuestro entorno.
El objetivo del proyecto es aprovechar las tierras de los solares de la ciudad, en desuso, tóxicas o erosionadas, para crear las bases de una práctica artesana conectada con el territorio. También pretende readaptar una técnica ancestral para convertirla en una práctica contemporánea y de reflexión. ¿Qué historias puede explicar la cerámica extraída de estos espacios sobre nuestra sociedad contemporánea? ¿Y sobre el pasado?
El proyecto ha recibido el acompañamiento de Paula García-Masedo.
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