FUNCIÓ TRENCADA. ARXIU D’OBJECTES RECONFIGURATS
El hackeo es el arte de romper un objeto con la finalidad de darle otros usos y significados. También puede entenderse como un gesto que nos invita a repensar y reapropiarnos de una pequeña porción del mundo material (producido en masa y global) que nos rodea y nos compone. Mediante la apropiación de imágenes extraídas de películas, Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats pretende generar una colección de microalteraciones que muestren una diversidad de hackeos.
El hackeo se puede concebir como una práctica que desestabiliza los objetos-mundo. Por medio de la ruptura (formal o funcional) del objeto, permite alterar las materialidades dadas y apropiarse de ellas, generar otras narrativas y vínculos (in)esperados, crear espacios donde existir y hacer(se) cuerpo. Así pues, el hackeo implica captar la ruptura como una potencialidad, que nos invita a ver otras formas de existir a través de ella. Y si, al igual que opina Sara Ahmed en Para qué sirve (2020), pensamos en los cuerpos rotos como aquellos que pueden volver a romperse, la ruptura del objeto hackeado puede entenderse como una profecía, una manera de desearlo como destino. Por lo tanto, no solo permite hacernos pequeños espacios, sino que también nos muestra los objetos como potencias, como cosas que nunca son del todo, que pueden ser modificadas y resignificadas. En definitiva, el acto de hackear se puede entender como una acción micropolítica: una reapropiación fugaz de las materialidades que nos rodean, guían y afectan. Un instante de fabulación, que abre pequeños caminos torcidos.
Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats pretende ser una pieza audiovisual que recopila, colecciona y une hackeos que aparecen en diferentes películas. Si entendemos el cine como el arte que produce muchas de las imágenes que configuran nuestros mundos globales, nos parece interesante buscar, en sus gestos, microalteraciones de objetos que generen pequeñas rupturas materiales, y reapropiarnos así de las imágenes que (con)formen. En otras palabras, crear lo que se entiende por anarchivo, un espacio que, a través de la unión y la organización de esta recopilación, nos invite a entender la potencia de la ruptura mediante un espacio expositivo y público que permita explorar otros mundos posibles, es decir, un lugar de rupturas, donde nada quiere funcionar como debería. ¿Qué pasa cuando se relacionan ciertas acciones que parecían aisladas? ¿Cuál es la importancia del archivo?
El proyecto ha tenido el acompañamiento de Anna Moreno.
Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats se emmarca en la colaboración entre l’ACVic, Centre d’Arts Contemporànies, y la Sala d’Art Jove.
FUNCIÓ TRENCADA. ARXIU D’OBJECTES RECONFIGURATS
El hackeo es el arte de romper un objeto con la finalidad de darle otros usos y significados. También puede entenderse como un gesto que nos invita a repensar y reapropiarnos de una pequeña porción del mundo material (producido en masa y global) que nos rodea y nos compone. Mediante la apropiación de imágenes extraídas de películas, Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats pretende generar una colección de microalteraciones que muestren una diversidad de hackeos.
El hackeo se puede concebir como una práctica que desestabiliza los objetos-mundo. Por medio de la ruptura (formal o funcional) del objeto, permite alterar las materialidades dadas y apropiarse de ellas, generar otras narrativas y vínculos (in)esperados, crear espacios donde existir y hacer(se) cuerpo. Así pues, el hackeo implica captar la ruptura como una potencialidad, que nos invita a ver otras formas de existir a través de ella. Y si, al igual que opina Sara Ahmed en Para qué sirve (2020), pensamos en los cuerpos rotos como aquellos que pueden volver a romperse, la ruptura del objeto hackeado puede entenderse como una profecía, una manera de desearlo como destino. Por lo tanto, no solo permite hacernos pequeños espacios, sino que también nos muestra los objetos como potencias, como cosas que nunca son del todo, que pueden ser modificadas y resignificadas. En definitiva, el acto de hackear se puede entender como una acción micropolítica: una reapropiación fugaz de las materialidades que nos rodean, guían y afectan. Un instante de fabulación, que abre pequeños caminos torcidos.
Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats pretende ser una pieza audiovisual que recopila, colecciona y une hackeos que aparecen en diferentes películas. Si entendemos el cine como el arte que produce muchas de las imágenes que configuran nuestros mundos globales, nos parece interesante buscar, en sus gestos, microalteraciones de objetos que generen pequeñas rupturas materiales, y reapropiarnos así de las imágenes que (con)formen. En otras palabras, crear lo que se entiende por anarchivo, un espacio que, a través de la unión y la organización de esta recopilación, nos invite a entender la potencia de la ruptura mediante un espacio expositivo y público que permita explorar otros mundos posibles, es decir, un lugar de rupturas, donde nada quiere funcionar como debería. ¿Qué pasa cuando se relacionan ciertas acciones que parecían aisladas? ¿Cuál es la importancia del archivo?
El proyecto ha tenido el acompañamiento de Anna Moreno.
Funció trencada. Arxiu d’objectes reconfigurats se emmarca en la colaboración entre l’ACVic, Centre d’Arts Contemporànies, y la Sala d’Art Jove.