FORA DE LLOC

INAUGURACIÓN:
JUEVES 7 DE JUNIO A LAS 20 H.

EXPOSICIÓN:
DEL 7 DE JUNIO AL 21 DE SEPTIEMBRE DE 2007.

CRÉDITOS:

ARTISTAS:
JORDEE AYUSO
ANTON COIMBRA
JUAN FERNANDO GONZÁLEZ
RAQUEL FRIERA, CRISTINA GARRIDO Y NÚRIA GÜELL

TUTORA:
NURIA ENGUITA.

DESCARGAR:
HOJA DE SALA
ANUARIO 2006-2007

FORA DE LLOC

El dominio urbano, el espacio social o el espacio público, se ha convertido, junto con el dominio de la tecnología, en una de las cuestiones determinantes de la crítica artística y en uno de los marcos más propicios utilizados por los artistas para restablecer el espacio político, allí donde ha sido clausurado. Los cuatro ejercicios artísticos que aquí se comentan, La ciudad del espectáculo, Rincones de una ciudadForat i Extranjeros X-Game, no son obras de arte acabadas y autónomas, sino acciones que se insertan en los circuitos ideológicos de nuestras ciudades globalizadas y, en el caso que practiquen algún tipo de arte, es posiblemente el del lugar común, tal como nos rescuerda siempre un gran artista de la ciudad como Isidoro Valcárcel Medina: un arte de la evidencia, un arte que en describir ciertas situaciones visualiza lo que ya está a la vista de todos, pero que de esta manera se destacaría del fondo indeferenciado de la ciudad.

“Vivir es pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse.” Esta frase, escrita por Georges Perec y publicada el año 1973, finaliza el prólogo de su libro Espèces d’espaces. En el capítulo final añade: “El espacio de deshace como la arena que se escurre entre los dedos. El tiempo se lo lleva y sólo me deja unos cuantos pedazos informes: Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, conseguir que algo sobreviva: arrancar algunas nociones precisas del agujero vacío que se excava; dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.”

También podría afirmarse, con la ayuda de Perec, que los trabajos que reúne el proyecto Fora de lloc son una forma de escritura tal vez más del tiempo del espacio, una escritura de restos, astillada y discontinua en algunos casos; una escritura de ecos y fantasmas en algunos otros; y, aún más, una escritura de señales que tal vez no son demasiado luminosos, pero que desenmascaran en todos los casos una cierta tristeza de nuestras ciudades, palpitantes y llenas de vida, sí, pero de vida precaria.

Tal como refiere el título, todos aquellos trabajos parecen estar “fuera de lugar”. El triciclo abandonado e inmóvil en el solar del Forat de la Vergonya, que con su presencia siniestra no hace más que socavar la incapacidad de un discurso dominante que se empeña en poner puertas al campo y vallas en los espacios vacíos de los centros de las ciudades, para que no sean efectivamente ocupados, ya que la ciudad… será domesticada o no será. Cuestiones de visibilidad y de invisibilidad, así como de movilidad forzada, se plantean también de una forma eficaz y rotunda en el trabajo Extranjeros X-Game, otro ejercicio de escritura y registro de espacios y tiempos marginales de la ciudad que tienen que ver con la burocratización del extranjero y, en este caso, con su extrañamiento rotundo frente a la ciudad, con una larga espera repleta de obstáculos para habitarla. Planteado como un juego de mesa, abundan el humor negro, una ironía que no oculta la exclusión y muchas veces cierta injustícia en los procesos de adquisición de unos papeles que permitan al extrajero, por lo menos, pasar a formar parte de una fuerza de trabajo y de dejar de ser solamente “diversidad cultural”.

En Fora de lloc también están los espctadores de La ciudad del espectáculo, sentados en el mismo escenario donde se desarrolla el espactáculo; porque el espectáculo ya no está separado de nosotros, ya no se desarrolla fuera, sinó que se ha convertido, literalmente, en el espacio que nos habita más que no el espacio que habitamos y del cual somos parte. Figurantes extrañados de un gran teatro del mundo, el texto se escribe desde los despachos de la administración o de los urbanistas al servicio de las grades multinacionales.

Una ciudad toda escaparate es lo contrario del principio urbano, por la sencilla razón de que se muestra como testimonio de sí misma, de lo que quiere ser. En una palabra, aspira a ser la imagen que no es. Rincones de una ciudad es una serie de fotografías de rincones de Barcelona que supone un registro de los lugares que por lo menos han escapado de la completa estructuración geométrica del espacio. A pesar de su marginalidad y de constituir un imaginario del peligro por excelencia, estos espacios, por escondidos y deshabitados, obedecen también a una lógica del residuo, del resto. Se trata de espacios que no sirven para nada, que escapan de la lógica mercantil y que, por ello, por escapar del espacio y del tiempo controlados de la ciudad, pueden ser en definitiva ocupados.v