INAUGURACIÓN:
16 DE DICIEMBRE A LAS 18 H
EXPOSICIÓN:
DEL 16 DE DICIEMBRE DE 2021 AL 27 DE ENERO DE 2022.
CRÉDITOS:
ARTISTAS:
ELADIO AGUILERA
NATALIA DOMÍNGUEZ
ERIK HARLEY
NIL JOAN
SANDY MOLDAVIA
MARINA OLIVARES
MARTA VELASCO VELASCO
A CURA DE:
VICTOR RAMÍREZ TUR Y DANIEL LÓPEZ DEL RINCÓN.
DISEÑO GRÁFICO:
CARLES MURILLO
DESCARGA:
Hoja de Sala
Anuari 2021
LAS RUINAS SON HOY NUESTROS JARDINES
Las ruinas contemporáneas, las de nuestro mundo, ya no son portadoras de memorias poéticas pasadas ni de relatos épicos sobre civilizaciones perdidas. Hoy las ruinas son imágenes de sí mismas y nos sitúan en un presente inevitable. Por este motivo las ruinas son un lugar, el nuestro, y necesitamos herramientas para transitarlo y reflexionar sobre ello. Imaginar las ruinas como jardines nos invita a una forma de diagnóstico propositivo, a partir de la cual pensar el mundo y hacerlo habitable corresponden a una misma acción.
La potencia y la aceptación de lo incompleto, la asunción de la vulnerabilidad como manera de estar en el mundo, los cuidados como forma de relación ecosistémica y, en definitiva, el duelo como manera de aprender a vivir (y a morir) en un planeta herido nos permiten pensar la ruina al margen de aquella nostalgia inmovilizadora y, en cambio, recuperarla como herramienta de comprensión del mundo y como generadora de maneras de habitarlo.
Las ruinas son hoy nuestros jardines, un pensamiento que tomamos prestado de Anna Tsing, nos sitúa en una realidad en la que la pérdida es parte de su identidad, una pérdida que se hace visible materialmente en el presente, pero que también nos remite a la responsabilidad de un pasado del que somos herederos y no podemos eludir. La ruina nos obliga a aprender a vivir con la ausencia, la ruina como práctica de conocimiento, para gestionar la vida en un mundo en duelo. Pero la ruina es también jardín, y nos exhorta a adoptar formas de cuidado y de responsabilidad con el mundo.
Los siete proyectos de la exposición constituyen verdaderos modelos de generar presente en términos de lugar, que nos permiten leer el mundo y a la vez revelan maneras generativas de articularlo.