OT

INAUGURACIÓN:
JUEVES 23 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

EXPOSICIÓN:
DEL 23 DE SEPTIEMBRE AL 4 DE NOVIEMBRE DE 2010

CRÈDITOS:

ARTISTAS:
BLABLALAB
IVÁN GÓMEZ
JOAN MARTÍ ORTEGA
LAURA GÓMEZ

A CURA DE:
ALEX BRAHIM

DISEÑO GRÁFICO:
BIS DIXIT.

DESCARGAS:
HOJA DE SALA
ANUARIO 2010-2011

OT

OT, tercera entrega expositiva de los proyectos artísticos seleccionados en el marco de la convocatoria 2010 de la Sala d’Art Jove de la Secretaria de Joventut de la Generalitat. OT, sí, OT, una sigla que muy probablemente se relaciona de forma inevitable, por puro impacto y recuerdo visual, con el asentado y –sobre todo desde determinados sectores- tantas veces escarnecido reality show.

¿Puede ser que OT sea un guiño directo al programa televisivo? ¿Puede una tutoría en el marco de esta sala considerarse similar a los procesos que desarrollan los tutores de los aspirantes a estrella del concurso mencionado? ¿Puede la emergencia artística contemporánea (entendida, por supuesto, como los momentos en los que se forja el potencial futuro profesional de los autores) local, nacional o global ser comparable con los procesos de selección y depuración que se aplican a los ultradifundidos formatos televisivos actuales? ¿Es ser un artista contemporáneo emergente algo similar –guardando las proporciones reduccionistas a las que inevitablemente nos enfrentamos- a ser un concursante de esta cuna de estrellas?

No, no pretendemos resolver estas incógnitas, menos aun cuando claramente lo que nos afecta es un sector en el que el público, en el sentido anchísimo en que se entiende desde los medios, ni es nuestro receptor oficial ni es tampoco un participante en la toma de decisiones, como sí sucede desde las fricciones democráticas que plantea la actual interactividad mediática.

OT, aun así, tiene un doble punto de partida: por un lado, es inevitable pensar, sentir y, sobre todo, saber que en un sector limitado probablemente más saturado de oferta que de demanda, donde los marcos de relaciones, los juegos de subjetividad y ciertos elementos azarosos como la conformación de un jurado concreto tienen un rotundo peso específico, siembre habrá incluidos y excluidos, elegidos y descartados, sólidos y evanescentes, permanentes y intermitentes. Al fin y al cabo, y como toda la vida se ha dicho: “muchos son llamados…”.

Pensando en nuestro contexto concreto, podríamos aludir al tejido artístico y a su ecosistema de cedes y agentes como un serio juego de apuestas de futuro hacia la carrera de fondo, dando estructura a una hoja de ruta de legitimación mediante modelos concretos que dejan que se vea el proceso de trabajo, validando una fórmula de acceso al éxito público y profesional. Una fórmula cada vez –y disculpad este atrevimiento vanidoso los puristas transcendentales- no tan lejana al trampolín de Bisbals, las Rosas de España, las Chenoas y los Bustamantes.

Por otra parte, recuperando cierta futilidad de esta que quita hierro a las cosas, haciendo referencia concreta a la historia detrás el proceso de la muestra (que más adelante explicitaremos) y sumando una pretenciosa y pretendida cuota de esnobismo (producto de sufrir devociones germanófilas), OT es también Ohne titel (Sin título en alemán), otro gastado lugar común de las artes. Por último, y agradeciendo la aportación last minute de cierto artista y dinamizador cultural local, el grafismo OT podría ser interpretado también como cero tesis.

Desde la voluntad de una tutoría no “comisariante”, la mayoría de decisiones pertinentes a la muestra han surgido desde el debate abierto entre los artistas involucrados, donde la tutoría ha jugado un papel más cercano al de un moderador.

Así, partiendo de la aparente imposibilidad de dar con un sustrato hegemónico que permita elaborar una tesis o una línea específica que vincule con solidez las propuestas participantes se han puesto sobre la mesa ciertos factores, o inquietudes, determinantes: ¿Es esta selección (dada por la Sala) producto de una decisión estratégica, de la logística de los tiempos o una mera casualidad? ¿Es quizás la suma de proyectos retrasados excluidos de las anteriores exposiciones? ¿Es pertinente generar a toda costa una literatura que “ate” con firmeza las propuestas? Es importante, incluso imprescindible, para cumplir con ciertos presuntos baremos de calidad en una propuesta expositiva? Estas preguntas siguen sin responderse, pero más allá de necesitar resolver estas cuestiones, OT se ha enfocado en la profundización de cada proyecto específico y en la apertura de un espacio de relaciones entre los participantes, buscando enriquecer desde el diálogo y la discrepancia los procesos individuales y el general.

Cuatro voces se fueron inter-cruzando, planteando su perspectiva sobre la exposición grupal y la fórmula desde la cual integrar y, por extensión, titular la muestra. Como probablemente es el más intensivo de los debates surgidos, puso en evidencia el grado de prioridad que cada uno confería a la necesidad del título y, sobre todo, la posición desde la cual se abordaba el ejercicio mismo de titulación. Así pues, la tendencia a expandir como una radiación incluyendo, a través del título, el germen conceptual del mismo proyecto, queda patente en las propuestas de Iván Gómez (Hay una raíz amarga, proveniente de un poema de García Lorca) y Laura Gómez (Metafísica de los tubos, obra de la escritora Amélie Nothomb). Además de coincidir en el hecho de partir de una referencia literaria, en sus planteamientos, los dos procuraban desplazarse a un lugar simbólico esgrimiendo desde la fusión poesía-concepto, determinados elementos esenciales capaces de impregnar el espacio y sus futuros ocupantes transitorios.

Por su parte, Joan Martí Ortega, en una controvertida propuesta, plantea titular toda la muestra Ministerio De Instituciones Constitucionalmente Transibéricas, Eurosocialdemocráticas, Panhispánicas E Universales (el lema que acompaña su Intervención sobre el escudo de armas del Estado Español), un ejercicio de gran alcance y literal que procuraba subrayar la innegable, aunque a veces desapercibida, presencia de lo institucional en múltiples niveles de la esfera pública; el artista intentó convencer -sin éxito- sus compañeros de la posible expansión física «intrusiva» de su icono con el resto de proyectos.

Aunque partían de lugares diferentes , estas tres propuestas fueron debatidas y finalmente rebatidas, y fue un exceso de proyección del mismo proyecto en el título el principal argumento para desestimarlo.

Finalmente, autoreferenciando dos paradigmas fundamentales que sostienen su propuesta y más presionados que motivados por el compromiso del titular, blablabLAB propone Política y artificio, un genérico que, a diferencia de los anteriores planteamientos, no parece aludir de forma demasiado directa a la misma obra, pero la amplitud y evanescencia del que no logró convencer como dotador de sentido.

Llegados a este punto se consideró incluir todos los títulos propuestos en un juego gráfico de yuxtaposición, el mismo que da unidad en esta publicación. Sin embargo, y atendiendo a las necesidades de comunicación de la Sala, se hacía imprescindible una única propuesta. Es así como de esta carrera para titular una muestra de comienzo de carrera profesional surge OT, esta doble ilustración de situación sobre el contexto mismo donde se produce la exposición y el historial que llevó a la no titulación (Ohne Titel). Abierta y asentada sobre la dinámica de debatir procuramos ahora aprovecharla, desplazando al receptor de las propuestas la posibilidad de titular la exposición, haciéndolo partícipe de un incluyente OT, donde los artistas implicados son además reconvertidos en jurado, poniéndose al otro lado del espejo que les ha llevado hasta aquí, cuando fueron seleccionados por el jurado de una convocatoria.