INAUGURACIÓN:
JUEVES 28 DE SEPTIMBRE A LAS 20 H.
EXPOSICIÓN:
DEL 28 DE SEPTIMBRE AL 16 DE NOVIEMBRE DE 2007.
CRÉDITOS:
ARTISTAS:
VERÓNICA AGUILERA
RUBÉN GRILO
MARIONA MONCUNILL
ESTHER RIBOT.
TUTORA:
AMANDA CUESTA.
DESCARGAR:
HOJA DE SALA
ANUARIO 2006-2007
TIGRES DE PAPER
Para aquellos que no conocen el funcionamiento de la Sala d’Art Jove, les diré que se programan las exposiciones de los artistas seleccionados mediante una convocatoria abierta, donde hice de jurado el año pasado junto a Pep Dardanyà, Nuria Enguita, Antoni Jové, Oriol Fontdevila y Txuma Sánchez. Seleccionamos las que nos parecieros las 18 propuestas recibidas más interesantes y, después, Oriol y Txuma, como miembros del equipo gestor de la sala, montaron la programación a partir de esta selección. Poco después de hacer el jurado, me pidieron que asumiera la tutoría de los cuatro proyectos de esta exposición. Respecto a la metodología de esta tutoría, se me dio carta blanca, y por lo que hace a los objetivos, bàsicamente se me pedía que hiciera un seguimiento de la producción de la exposición. Respecto a la metodología de esta tutoría, se me dio carta blanca y, por lo que hace a los objetivos, básicamente se me pedía que hiciera un seguimiento de la producción de la exposición, que buscara un título y que escribiera este texto; menos que más hacer de comisaria, porque en esta ocasión no he seleccionado realmente nadie ni tampoco había lugar para desarrollar ninguna tesis. En realidad acepté su propuesta, como casi siempre, porque me gustaron los artistas que “me habían tocado”, aún más sus proyectos, y este ciclo prometía ser un contexto propicio para involucrarme.
El trabajo de Verónica Aguilera se enmarca en el desarrollo de proyectos relacionados con el espacio público y la interacción social. Stylus es un proyecto sobre los cambios que experimenta un color en pasar por los procesos de reproducción mecánica de las fotocopiadoras de una ciudad. El proyecto se realizó para el Espai F de Mataró a inicios del 2007, donde se tomó como matriz inicial el Pantone 307C (azul), que es el color corporativo del Ajuntament. Este azul se vio modificado por una multitud de matices, mediante el aprovechamiento de diferencias de calibración de un puñado de copisterías colaboradoras, conformando un peculiar mapa cromático de la ciudad.
Rubén Grilo presenta Un munt d’idees, sin duda una de las propuestas más generosas y brillantes de la convocatoria. Generosa, porque es una explosión de creatividad, y brillante, porque su formación es tan escasa como adecuada al bajo presupuesto del que disponemos. En el momento de escribir este texto todavía no sé cómo se presentará finalmente el proyecto en la sala. Rubén me dijo que lo decidiría en el último momento y a mí me pareció muy coherente, porque su proyecto consiste en anotar un montón de ideas en una pila post-it diariamente. Me gustó por ser un proyecto que se centra sin embudos ni distracciones en los procesos de la creación y los mecanismos que articulan el pensamiento crítico.
En el proyecto de Mariona Muncunill cumple una de las fantasías más recurrentes para los que nos dedicamos al arte: quemar el museo e incluso nuestra propia obra. Esto es lo más cercano a eliminar el origen de todas nuestras revelaciones. Su proyecto, Godzila es una invitación a destruir el espacio de la Sala d’Art Jove y, por extensión, el de la sede de la Secretaria de Joventut de la Generalitat de Catalunya. Para ello se vale de las leyes de la imaginación, que nos permiten subvertir toda lógica física y convertirnos en un monstruo destructivo, muy muy enfadado. Sin duda se trata de un refrescante, irónico y saludable ejercicio de sublimación.
Por su parte, Esther Ribot se sumerge con Kabalart en el sofisticado imaginario simbólico del milenario tarot. Su propuesta se interesa por las lecturas automáticas e inspiradas del esoterismo como la metodología de la lectura e interpretación de la iconografía, el arte y la vida. El proyecto consiste en un audio que documenta la acción desarrollada el dia de la inauguración, en la cual se ofrecen los servicios de un tirador de cartas al público asistente.
En cuanto a mi papel en relación con estos proyectos, mi aportación consiste en entender que el proceso de tutoría tenía que ser una experiencia formativa y, así, decidí articularla en dos ejes. El primero fue la crítica del dosier, como herramienta de promoción y difusión de la obra, que se articuló con dos sesiones personalizadas con cada artista, una al inicio del proceso de trabajo y la otra al final. El segundo eje fue la propuesta de generar nuevo material y la invitación a adentrarnos en el mundo de la edición, derivando y haciendo crecer los cuatro proyectos. El resultado es una pieza gráfica que reúne varios posters y un librito que compila el material de difusión que hemos generado entre todos con motivo de la exposición.