INAUGURACIÓN:
JUEVES 13 DE MAYO DE 2010.
CANUDA, 17 – 21, PRINCIPAL 2A. BARCELONA.
EXPOSICIÓN:
DEL 13 AL 22 DE MAYO DE 2010.
CANUDA, 17 – 21, PRINCIPAL 2A. BARCELONA.
CRÉDITOS:
ARTISTAS:
MIREIA C. SALADRIGUES
ANNEGIEN VAN DOORN I VERÓNICA LUYO
RAQUEL FRIERA
MIQUEL GARCÍA
NÚRIA GÜELL
TJASA KANCLER
ALBA MAYOL CURCI I ÁLVARO RAMÍREZ
DANIELA ORTIZ
ZEYNO PEKÜNLÜ
A CURA DE:
ORIOL FONTDEVILA
TXUMA SÁNCHEZ
DISEÑO GRÁFICO:
BIS DIXIT.
UNA COPROPUCCIÓN DE SALA D’ART JOVE Y FESTIVAL LOOP.
DESCARGAS:
HOJA DE SALA
ANUARIO 2010-2011
TREBALLS FORÇATS
A pesar de la apariencia de amateurs y de no provecho económico que tienen actualmente ciertos trabajos en vídeo –especialmente los que se hacen por medio de tecnologías digitales y teléfonos móviles, así como los que se distribuyen por medio de plataformas de Internet-, cabe preguntarse también en qué medida el tiempo de producción videográfica se puede considerar realmente como tiempo libre. O bien, planteado a la inversa, cabe preguntarse hasta qué punto la creciente mediatización audiovisual de todos los aspectos de la vida corresponden también a procesos de subjetivación que tienden a la coerción disciplinaria, más que no a la intensificación de la creatividad y de la autonomía.
Treballs forçats reúne un seguido de proyectos de vídeo que consideran la producción cultural y de la imagen como elementes constitutivos de la realidad, si bien al mismo tiempo se interrogan por las posibilidades del mismo medio videográfico para desafiar algunos elementos y efectos. En los trabajos que presentamos en esta exposición, la práctica analítica de contextos sociales, relacionados en algunos casos de manera bien directa con las propias estructuras de trabajo cultural y de la producción inmaterial, va de la mano con la voluntad de intervenir críticamente y de introducir rupturas en las cadenas de significados y regulaciones que articulan la vida cotidiana.
Con el hecho de realizar la exposición en un piso particular queremos subrayar, precisamente, algunos aspectos de la práctica audiovisual que actualmente inciden a reconfigurar la cotidianidad y, más concretamente, el ámbito doméstico. En este sentido consideramos, por un lado, la transformación de los hogares en una especie de operadores culturales cada vez más complejos, desde donde el usuario ya no solo es el receptor de unos determinados contenidos audiovisuales, sino que actualmente también procede a realizarlos, distribuirlos, administrarlos y también a emitirlos. En este sentido, la distancia entre el espacio privado y la esfera pública parece hacerse más corta, al mismo tiempo que vemos debilitarse aquello que en un momento podía plantearse como hegemónico o que diferentes medios de comunicación señalaban como preeminente.
En segundo lugar, el ámbito doméstico también comparece alterado por la consiguiente y probablemente definitiva difuminación entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre. Si por un lado el filósofo Paolo Virno describía la forma en que la producción cultural se ha convertido en el paradigma para el desarrollo generalizado de las actuales formas de trabajo en el marco postfordista -tanto en cuanto a la flexibilización del trabajo como su precarización-, con la subsiguiente democratización que se ha producido de las tecnologías de la comunicación y del audiovisual se puede argumentar que, aparte del aparente empoderamiento del usuario, también acabamos sometidos a una cadena productiva imparable y que es capaz de atravesar de manera definitiva todos nuestros tiempos y espacios.
En una parte importante de la producción artística y videográfica actual y también en la selección de proyectos que presentamos con Treballs forçats, podemos observar la necesidad de generar reflexión en torno a la misma coyuntura de la producción cultural en la contemporaneidad, así como las posibilidades de intervenir socialmente y de manera crítica desde este ámbito. El análisis de aspectos del mismo sistema cultural y de la producción artística en particular se da en consonancia, por tanto, con la consideración de aspectos más generales en torno a los procesos contemporáneos de audiovisualización, así como las implicaciones que estos tienen sobre los ámbitos del trabajo, la esfera pública y también el espacio privado.