El entorno aparece como un cúmulo de complejas relaciones emocionales que nos vinculan con el lugar que habitamos y, al mismo tiempo, constituyen nuestra identidad. Las desigualdades estructurales se perpetúan en una distribución desigual en el territorio de capital cultural: los clústeres culturales son urbanos.

La mutabilidad urbanística entierra formas de vida alejadas de los delirios productivistas: la gentrificación no tiene límite, el poscapitalismo lo absorbe todo y la ciudad consigue rentabilizar cada elemento que la configura.

La COVID-19 evidenció un cambio necesario de perspectivas. Ficciones contemporáneas que miran hacia un bucólico medio rural que aparece como condición de posibilidad. Parece ser que es demasiado tarde.

¿Es el arte un recurso para crear una sensación de permanencia contra el cambio? ¿Cómo puede el arte convertirse en un catalizador para generar utopías de nuevos espacios y formas de vida? ¿Cómo se pueden establecer propuestas artísticas que rompan con las lógicas institucionales y forzar espacios de encuentro, de reflexión compartida y de creación de memoria colectiva?

PROGRAMA:

11:00h – 13:00h

Debate abierto – ‘Territori, lluita i creació’ con Alexia Medici y Anna M. Andevert.

‘El entorno como espacio emocional, del binomio pueblo-ciudad y la distribución desigual del capital cultural, hablaremos de mutabilidad urbanística y liquidez, la ciudad productivista e individualista y el medio rural como lugar de acogida de ficciones contemporáneas.’

13:00h – 14:00h

Taller participativo a cargo de Desenruna, quien trabaja activamente para liberar solares propiedad de la empresa Nuñez y Navarro para convertirlo en huertos urbanos comunitarios.

Nos preguntamos, ¿cómo el arte puede ser una herramienta de denuncia, colectivización y crítica cuando se engloba a un grupo de personas que comparten un territorio común?

14:00h

Comida solidaria por el Día Mundial de las Personas Refugiadas.

Organizado por Emergencia Frontera Sur BCN, Esquerra de l’Eixample Acull y Mercat de Pagès Germanetes. Precio 7€ (hay que reservar ticket).

COL·LECTIU BORD
El colectivo bord lo formamos Aina Canyelles, Iris Verge y Eduard Olesti. Somos tres individuos que nos desenvolvemos en ámbitos muy diferentes, como el periodismo, el diseño, la militancia de barrio, la comunicación, la ilustración, la filología o la dirección escénica.

Como colectivo, consideramos fundamental instalar los discursos artísticos desde una perspectiva de responsabilidad del lugar que ocupa la producción cultural en la sociedad contemporánea. Es por ello que apostamos por unas prácticas que respondan a los tres ejes primordiales que implican la perspectiva de clase: anticapitalismo, feminismo y antirracismo.

Consideramos que el arte es una herramienta de comunicación y que, por lo tanto, ofrece la posibilidad de modificar miradas, acciones y movimientos sociales. Sin embargo, creemos que la práctica artística a menudo se enajena en circuitos artísticos de una forma entrópica y no tiene en cuenta la realidad de las vecinas que no tienen acceso a ciertos capitales culturales.

Por estos motivos, pensamos que el arte debe ser colectivizado, y no debe quedar sectorizado.

Nos preguntamos, pues, de qué manera podemos trasladar estos debates en torno a la vinculación de la práctica artística con procesos de transformación política que impliquen un retorno a la sociedad. Aunque somos conscientes de las complicaciones que conlleva esta tarea, creemos firmemente en las posibilidades de la mediación artística y cultural. Es por ello que uno de nuestros objetivos principales es establecer diálogos directos entre movimientos políticos, colectivos y comunidades.

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL PROJECTO
Nuestro programa de comisariado se basa, en abstracto, en señalar y enfatizar las tensiones entre la ética y la estética. Queremos realizar un proyecto de curaduría politizado, explícitamente anticapitalista y responsable con el lugar que ocupa la producción cultural en la sociedad contemporánea. Más concretamente, queremos incentivar que los artistas de la Sala d’Art Jove se planteen qué tipo de diálogo quieren establecer con la sociedad de nuestro tiempo más allá de los circuitos artísticos convencionales: con las vecinas del barrio y las organizaciones y los colectivos políticos.

Consideramos que se deben trasladar los impulsos artísticos que han llevado a los artistas seleccionados para la beca Art Jove Creación 2022 a su relación con los problemas que laten en la sociedad actual. Por lo tanto, queremos reubicar las jornadas de formación y debate para los artistas y llevarlas a cabo en espacios vecinales abiertos, en el barrio que habita la Sala d’Art Jove. Queremos que las diferentes entidades que no estén explícitamente relacionadas con el circuito artístico tengan acceso, colaboren y participen en las jornadas que proponemos, con el fin de poner en contacto las narrativas artísticas de los artistas con la sociedad en la que se inscriben.

La Nova Esquerra de l’Eixample es un barrio denso, con pocos espacios de ocio públicos y con escasas instalaciones culturales. Las diferentes entidades del barrio batallan desde hace años para liberar espacios, crear vínculos entre sí y formar una red de vecindad solidaria, activa y politizada. Por este motivo, creemos que la Sala d’Art Jove debe apostar por una vinculación más estrecha con vecinas y entidades, con el fin de unirse a la lucha por el sentimiento de barrio..

DESCRIPCIÓN DE CRISI Y TECNOLOGÍA
Hemos dividido los 18 proyectos artísticos en tres bloques de pensamiento, con el fin de crear experiencias rizomáticas entre los artistas en estos tres ejes discursivos que, si bien no están aislados, pueden establecer un diálogo enriquecedor.

El primer bloque, en el que se centrará la Jornada del 21 de mayo, lo hemos titulado Crisis y tecnología.

Percibimos una inquietud indisoluble con relación a la extensión de la digitalización y los dispositivos tecnológicos que, de forma expansiva, median descontroladamente cada vez más aspectos de nuestra vida.

El futuro es incierto para una generación que hemos sido criados en la abundancia y el capitalismo optimista característico del momento histórico que vivieron nuestros padres, lo cual, debido a las crisis cíclicas e inevitables del capitalismo tardío, tiene como resultado un profundo desencanto generacional, una absoluta carencia de imaginar un futuro esperanzador y una anticipación pasiva y nihilista del fin del mundo.

Los proyectos seleccionados este año, que hablan sobre crisis y tecnología, giran en torno a dos conceptos políticos que hemos podido ver materializados durante la gestión gubernamental de la pandemia: distopía y fascismo.

Queremos incidir en la reflexión sobre el porqué de esta imaginación distópica generacional y las relaciones que tiene con la alienación y con la abstracción futurística que no contempla la distopía del presente.