Lxs artistas de esta exposición trabajan desde el movimiento y la inestabilidad, explorando la tensión entre materia y acción. Si cogemos una caja, la giramos, la volvemos a girar y repetimos los pasos a la inversa, deja de ser solo una caja: se convierte en un objeto explorado, volteado, revisado. Si una piedra se guarda, se extrae, se observa y se suelta, ya no es la misma: ha sido interrogada, retenida y liberada. Si la caja ya no es caja y la piedra ya no es piedra, es porque la acción no está marcada por una intención previa, sino por las relaciones que surgen entre los elementos.

Los trabajos de lxs artistas se sitúan en ese umbral donde el objeto deja de ser estático y deviene rastro de su propia mutación. La acción no reside únicamente en lo visible, sino también en lo que ocurre en lo imperceptible: el azar, el transcurso, la casualidad. Un trazo de polvo en el suelo, la resonancia de un gesto reiterado, la vibración de una superficie al contacto.

En la fricción se despliega un diálogo entre lo que cambia y lo que permanece. Un movimiento entre ensamblajes. Las piezas se rozan, se desplazan, se reconfiguran. Nunca permanecen quietas y es en el desequilibrio donde encuentran sentido. La exposición se concibe como un entorno vivo, un espacio de encuentro entre la materia, la huella y el tiempo. Todo se inscribe en un proceso continuo, donde la apertura de posibilidades es una secuencia en la que la conclusión no es el objetivo.

En aquel umbral dónde es una propuesta curatorial de Manuela Pereira Enríquez en colaboración con Homesession, el Grup d’Innovació Docent “Art, Professió i Docència” de la Universitat de Barcelona y la Sala d’Art Jove. Participan lxs artistas de último curso Marga Estelrich, Alex Luz Palomares y Marc Salas Armengol.