La Sala d’Art Jove entiende la curaduría como una tarea relacional que comprende todas aquellas prácticas que desean cuidar de los procesos de creación artística, así como de su desarrollo contextual y situado. Desde esta perspectiva «cuidar un espacio» o «cuidar un proyecto» implica un trabajo de acompañamiento y escucha, un intento de entender las necesidades de los creadores y del público interpelado.