Hace unos meses escribíamos un correo en que iniciábamos una correspondencia con diferentes artistas de la Sala d’Art Jove de la convocatoria 2022. Empezaba con la frase: «Hay llamas que ya han emprendido su camino», para expresar que hay llamas que se extienden silenciosamente y otras que lo hacen con más impulso.

Esta publicación es una brasa, es ceniza viva. Es una cata de las numerosas experiencias que hemos compartido a lo largo del año. Entendida como un archivo maleable y colectivo, la edición tiene la huella vibrante de los saberes compartidos, las escarbaduras de unas alianzas tejidas de manera distendida y pausada.

La publicación parte de la ceniza, como elemento que permanece y que fue, y se acerca a los procesos, los intereses y las formalizaciones de cada una de las artistas. En un segundo momento estalla la chispa, un relámpago cálido que hace emerger nuevos fuegos, que desencadena incendios que son fruto de un mapaje anónimo entre las artistas, de un circuito epistolar en que cada respuesta se convierte en un estímulo para la siguiente. Así pues, Diferents focs d’un mateix incendi no es una única ceniza ni tampoco un único incendio, sino un ecosistema de múltiples voces, deseos, inquietudes y problemáticas que han convergido en Sala d’Art Joven a lo largo de 2022. Entendemos la edición como un fragmento abierto y procesual que ocurre en un lapso de tiempo que se detiene ahora y aquí, un lapso de tiempo que, al cabo de unos años, podrá transformarse en otra cosa, quemar de manera diferente.

Hemos concebido el recorrido de manera colaborativa, en un diálogo con las artistas del proyecto Art Jove Creació 2022 y el Col·lectiu Bord, formado por Aina Canyelles, Eduard Olesti e Iris Verge, seleccionadas en la convocatoria Art Jove Curadoria 2022. Recoge las ideas que expone el programa de muestras públicas Cartografies del foc, en el que las curadoras entienden Sala d’Art Jove como un mapa de los anhelos, las inquietudes y los malestares de las artistas.

Para gestar la publicación, contamos con la colaboración de La Caldera, que nos acogió e inspiró para concebirla desde el cuerpo. Nos proporcionó un espacio seguro donde hemos podido explorar sinergias y compartir recuerdos.

Esta edición pretende cuestionar, repensar los contornos y las estructuras, y quiere ir más allá de la catalogación para activar otras maneras de hacer memoria y de crear relatos.